Las peleas de gallos consisten en un enfrentamiento entre dos gallos que pueden pertenecer a la misma raza o a otra calificada en específico como “gallo fino de combate”. Los animales en crianza, entran a un proceso de entrenamiento para enfrentar a su oponente, y así, con una duración máxima de 15 minutos puedan derribar finalmente a su contrincante. Es una pelea a muerte, pues es esto lo que indica el final del combate y le da la victoria a quien sobrevive. Esta actividad ha sido acogida como entretenimiento, para otros como deporte, y para algunos las peleas de gallos representan parte de su tradición y cultura, mientras que para otras personas que no están de acuerdo con estos “espectáculos”, es un evidente caso de maltrato animal, sumamente brutal, cruel y devastador para las criaturas, donde el sufrimiento y el derramamiento de sangre de lo que han hecho un negocio llena los bolsillos de los entrenadores y el público que empieza a apostar.
El origen de las peleas de gallos se remonta al continente asiático y se dice que tuvieron lugar 3,000 años antes de Cristo. Se hizo popular por toda Europa pues la práctica de crianza de gallos era muy bien vista y así, ya que se les prestaban mucho respeto y adoración por parte de antiguos Sirios. Por su lado, los griegos y romanos, asociaban el gallo de pelea, principalmente, a dioses como Apolo, Mercurio y Marte. De esta manera, la Antigua Grecia lo adopta como Deporte Nacional. Fue difundida en América debido a la llegada de los españoles que las trajeron consigo a este territorio. Es así, como algunas poblaciones la adoptan e inician la actividad otorgándole al día de hoy, parte de su historia.
Entre los países en los que se le da lugar a esta actividad, están: Cuba, México, Brasil, Japón, Sur de la India, Filipinas, Colombia, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Pakistán, Ecuador, Panamá, España, Francia, Reino Unido, solo por nombrar algunos, ya que en otros la práctica es ilegal y por lo tanto fuertemente penalizada, como: Argentina, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Bélgica, entre otros. Como vemos, la práctica es aceptada en la mayoría de países pertenecientes a América Latina. Sin embargo, se sabe que en algunos países en los que no son permitidas, las peleas de gallos se realizan de forma clandestina.
Los lugares que se emplean para esta actividad pueden variar y reciben el nombre de gallera o reñidero, aunque generalmente adecúan un espacio similar a un ring, coliseo o ruedo que de forma circular tiene medidas de más o menos 3,40 m de diámetro por 0,80 m y en el interior, la superficie del suelo es cubierta por arena. Los dueños de los animales y los espectadores, se ubican en gradas o bancas que rodean todo el escenario.
En algunas peleas de gallos es común ver que los animales están dotados de instrumentos que usan como armadura y herramienta para eliminar a su oponente. En ocasiones usan picos de acero o espuelas de plástico o carey, que maximizan el golpe y la herida al rival, y son acomodadas en cada una de sus patas con puntas finas que son afiladas con cera y espadrapo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario